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- La primera cosa que tienes que llevar a cabo es eludir llevar a cabo juicios sobre ti o tu estado sensible de hoy. Si no te hallas de humor, no te sientas mal por este motivo. Date la posibilidad de tomar un respiro. La primera cosa que tienes que realizar para recobrar la motivación es eludir los pensamientos negativos.
- Para batallar estos pensamientos tóxicos, halla un espacio relajado donde no te incordien a lo largo de 5 minutos. Haz un ejercicio de respiración y conciencia.
- En tercer rincón fíjate en los pensamientos secundarios, que son por servirnos de un ejemplo: que extraño que soy de esta manera, no comprendo nada, si tengo todo para ser feliz, debo finalizar esa labor o hace determinada cosa y no me acercamiento con energía,… Estos pensamientos tienen la posibilidad de existir pero no son mucho más que un juicio sobre tu estado. Relájate y tómate unos minutos, no va a pasar nada, la vida proseguirá ahí.
- Y finalmente, en el momento en que te sientas mucho más relajado, haz algo neutro (como caminar prestando atención al presente) que active los centros neuronales relacionados con la percepción mucho más que con la reflexión. Procura llevar a cabo algo que te lleve a cabo sentir y dirija tus pensamientos al instante presente. Asimismo suelo recurrir al deporte en tanto que mientras que corres o vas al gimnasio, tu cerebro se fija en la actividad, considerándola más esencial que buscar una explicación a tu estado sensible.
CONSEJO: Tómese un tiempo para reposar, posiblemente haya tenido una semana bien difícil. A lo largo de la próxima hora sencillamente no hagas nada. En el momento en que me siento de esta forma, doy un recorrido corto y despacio, intentando de ver a mi alrededor, enfocando mi atención en cosas sencillos: el movimiento de las hojas de los árboles, sentir el viento en mi cara, oír el canto de los pájaros. , el peso de mi cuerpo con cada paso que doy, trato de tocar la arena o un árbol,…
Las fases de depresión
Como en todo, las hay, si bien en ocasiones se sobreponen o pasamos de la etapa 1 a la 4 de manera fuerte.
Lloramos desconsoladamente, como un niño de 2 años al que se le cae el helado al suelo… Todos y cada uno de los días, sin fundamento aparente… y ni tú ni yo tenemos la posibilidad de realizar nada para evitarlo.
Nada me incentiva: las causas y las resoluciones a la parálisis del desánimo
El hombre nace naturalmente excitado. Nos emociona todo: estudiar, entender, relacionarnos, meditar y conocer. No obstante, con el paso del tiempo nos encaramos a desafíos y adversidades que nos desalientan. ¿Por qué razón nada me incentiva? ¿Qué nos transporta a esa parálisis?
La desmotivación, la parálisis o esa sensación de sentirse vacío o vacía es poco a poco más común. Habitamos una temporada desafiante, agotador y hostil. Cada vez poseemos mucho más adversidades sociales, de autovaloración, laborales o de pareja.
Motivación instantánea para alzar el ánimo
Di en este preciso momento en voz alta que nada me incentiva es cosa del pasado y que en este momento, todo te incentiva.
¡No te escucho! ¡Mucho más prominente! ¿Ahora lo has dicho? jajaja. Me agrada de esa forma.
Piensa en lo que deseas
¿Qué deseas? ¿Qué te conmueve, qué te hace vibrar? No te dejes influenciar con lo que el resto crean que es lo que deseas, hablamos de meditar en lo que deseas, en lo que te hace feliz. Todos poseemos sueños y anhelos que tememos cumplir, pero la vida no es extendida y es hora de caminar hacia lo que verdaderamente ansiamos.
No es suficiente con meditar, asimismo es hora de comenzar a llevar a cabo todo cuanto logre llevarte hacia tu sueño. Si siempre y en todo momento deseaste ser actriz, empieza inscribiéndote en un curso de teatro, por servirnos de un ejemplo, ve a acontecimientos que deban ver con el teatro o el cine, interacciona con personas que tengan exactamente la misma incomodidad y empezarás a gozar de lo que te hace feliz. .
